3/5/2020

Virus y murciélagos: una relación milenaria 


Por: Osiris Gaona y Beatriz Pascual

Ilustraciones de: Itzayana Furlan Gaona

Ante las evidencias científicas que apuntan que el nuevo coronavirus es el causante de la enfermedad conocida como COVID 19, comenzaron a circular videos tendenciosos de personas comiendo sopa de murciélago. Este tipo de imágenes, carentes de información, han generado miedo e incertidumbre en la sociedad e  incluso reacciones humanas poco deseables hacia estos animales.

En este artículo describimos la evidencia científica sobre la relación de los murciélagos con este y otros coronavirus. También haremos un repaso por los diferentes gremios de murciélagos y su valiosa función en nuestro ecosistema.

“No hay blanco sin negro”

Efectivamente, existe evidencia científica que indica que este nuevo coronavirus podría provenir de los murciélagos. Así lo sugieren los resultados de la investigación de Zhou y colaboradores (2020) publicados en la revista científica Nature. Cuando compararon el genoma del nuevo coronavirus con otros -ya conocidos- del mismo grupo, encontraron una similitud del 96% en sus genomas. Estos resultados sugieren que los murciélagos podrían ser también el reservorio natural del SARS-CoV-2. Cabe mencionar, que otro animal “intermediario” podría estar involucrado en la transmisión directa del virus a las personas, sin embargo, se sigue buscando el posible eslabón perdido.

Si bien es cierto que los murciélagos son reservorio natural de muchos tipos de virus, hay que tener en cuenta que los virus y los murciélagos llevan millones de años co-evolucionando. Así mismo, los virus viven en muchos otros animales, incluido el ser humano. Esta relación simbiótica, ha servido a los científicos para determinar que los quirópteros han tenido pocos cambios evolutivos en comparación con otros mamíferos. Esto nos habla de una larga historia de convivencia entre murciélagos, virus, bacterias y otros microorganismos.

Hasta ahora, se conocen más de 1,400 especies de murciélagos, éstos habitan en todos los lugares del mundo -excepto en los casquetes polares- y se conocen aproximadamente 66 virus aislados de diferentes especies de murciélagos.  Así mismo, se ha encontrado evidencia de la infección de murciélagos por virus a nivel serológico, es decir, a través de su sangre. 

Algunos de los hábitats más comunes de los murciélagos son: oquedades de árboles, termiteros, cuevas, entre los techos y rendijas de los edificios urbanos,  selvas y  huertos frutales. 

De acuerdo a sus “gremios alimentarios” (de lo que se alimentan) los murciélagos se dividien en: insectívoros, nectarívoros-polínivoros, frugívoros, carnívoros, piscívoros y hematófagos. Todos ellos proporcionan a los humanos una cadena de servicios ambientales muy importantes. A continuación presentamos algunos de ellos.

Los murciélagos insectívoros son el grupo más abundante y, como su nombre lo indica, se alimentan de insectos, lo que los convierte en controladores naturales de plagas. Además de liberar a vegetales como la papa, el jitomate y otras hortalizas del ataque de algunos bichos,  sin la existencia de éstos murciélagos los humanos estaríamos atestados de insectos. Hay que tener en cuenta, que una colonia de murciélagos se puede llegar a comer hasta ¡una tonelada de insectos cada noche!

Por otra parte, están los murciélagos nectarívoros-polinívoros.  Se alimentan de néctar y polen,  por lo que tienen la misma función que un colibrí, una abeja y otros polinizadores. Este grupo de murciélagos, intercambia el polen entre las funciones masculinas y femeninas de las flores y las poliniza. A nivel macro,  se ha descrito que han coevolucionado con ciertas familias de plantas, entre ellas se encuentran las Agavaceas. Éstas han desarrollado unas flores blancas, expuestas fuera del follaje y de olores rancios que sólo se abren de noche para ser polinizadas por los murciélagos. A éste síndrome floral se le conoce como quiropterofilia, que significa amor por los murciélagos. Es posible, que gracias a este mismo síndrome existan plantas como la madera balsa y los Agaves, de donde se obtiene el mezcal y el tequila. 

Los murciélagos que comen frutas, se conocen como frugívoros. Esta especie es clave para los procesos de regeneración y sucesión de selvas húmedas tropicales y otros ambientes. Los frugívoros, tienen la peculiaridad de excretar mientras vuelan. De esta forma dispersan las semillas de los frutos que se comen y desencadenan la reforestación en ambientes perturbados.

Los murciélagos hematófagos son los que se alimentan de sangre. Existen únicamente tres especies en todo el mundo y sólo se encuentran en el continente Americano.  Estos murciélagos solían alimentarse solo de venados, tapires y otros animales  de vida silvestre.  Sin embargo, con la llegada de los españoles y la introducción del ganado vacuno se presentó un desequilibrio en sus poblaciones provocando un aumento en el número de individuos. Se ha notado también, que debido al cambio climático las poblaciones de estos murciélagos -que se limitaban al sur-, están migrando al norte. Como dato curioso, de la saliva de los murciélagos hematófagos se desarrolló un medicamento que sirve en los tratamientos para la trombosis.

Cómo puedes ver, lejos de causarnos daño, los murciélagos han sido siempre nuestros aliados y son inofensivos.  Los murciélagos no llegan a la puerta de nuestra casa a infectarnos de COVID-19. Tampoco a chuparnos la sangre o a traernos una maldición. Ha sido el ser humano quien ha invadido y destruido sus hábitats y, en cualquier caso, quien los ha llevado hasta su mesa. 

Por el momento,  ante la aparición de esta severa pandemia, en China se ha prohibido la venta de estos y otros animales silvestres en los mercados. Sería deseable que a partir de ahora se fortalezcan las regulaciones en los mercados que venden animales vivos.

Aprovechemos este contundente mensaje de la naturaleza para practicar y promover un cambio de hábitos y un actuar más consciente como habitantes de este planeta. Finalmente, todos los seres vivos estamos hechos del mismo polvo de estrellas y la Tierra es la casa de todos.

Referencias

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Zhou, P., Yang, X., Wang, X. et al. 2020. A pneumonia outbreak associated with a new coronavirus of probable bat origin. Nature 579, 270–273. https://doi.org/10.1038/s41586-020-2012-

Agradecimientos: al Dr. Rodrigo Medellín por haber realizado comentarios críticos que nos permitieron mejorar el texto.

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