26/7/2020

Reflexión el sobre el Covid-19

La varicela es un virus. Muchas personas lo han tenido y probablemente no piensen mucho en eso una vez que la enfermedad inicial ha pasado. El virus permanece en sus cuerpos y vive allí para siempre y tal vez, cuando sean mayores, tengan una reactivación  dolorosamente debilitante. A veces, esta enfermedad se  supera en unas pocas semanas para nunca tener otro efecto sobre la salud. Sabemos esto porque ha existido por mucho tiempo y ha sido estudiado médicamente durante años.

 El herpes también es un virus. Una vez que alguien lo tiene, permanece en su cuerpo y vive allí para siempre y, cada vez que se desanime o se estrese, tendrá un brote. Quizás cada vez que tengas un gran evento por venir (fotos de la escuela, entrevista de trabajo, gran cita), te saldrá un herpes labial. Esto será para el resto de tu vida; no lo superarás en pocas semanas. Sabemos esto porque ha existido por mucho tiempo y ha sido estudiado médicamente durante años.

 El VIH es un virus. Ataca el sistema inmune y hace que el portador sea mucho más vulnerable a otras enfermedades. Tiene una larga lista de síntomas e impactos negativos en la salud. Pasaron décadas antes de que se desarrollaran tratamientos viables que permitieran a las personas vivir con una calidad de vida razonable. Una vez que lo tienes, el VIH vive en tu cuerpo para siempre y no hay cura. Con el tiempo afecta al cuerpo, lo que pone a las personas que viven con él en mayor riesgo de padecimientos como: enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales, diabetes, enfermedades óseas, enfermedades hepáticas, trastornos cognitivos y algunos tipos de cáncer. Sabemos esto porque ha existido por mucho tiempo y ha sido estudiado médicamente durante años.

Ahora con el COVID-19, tenemos un nuevo virus que se propaga rápida y fácilmente. El espectro completo de síntomas y efectos sobre la salud apenas comienza a catalogarse y a entenderse.

Hasta ahora, los síntomas pueden incluir:

Fiebre

Fatiga

Tos

Neumonía

Escalofríos / temblor

Dificultad respiratoria aguda

Daño pulmonar (potencialmente permanente)

Pérdida del gusto (un síntoma neurológico)

Dolor de garganta

Dolores de cabeza

Dificultad para respirar

Confusión mental

Diarrea

Náuseas o vómitos

Pérdida de apetito

También se han reportado accidentes cerebrovasculares en algunas personas que tienen COVID-19 (incluso en los relativamente jóvenes)

Ojos hinchados

Coágulos de sangre

Convulsiones

Daño hepático

Daño en el riñón

Erupciones cutáneas

Pies COVID (raro, ¿verdad?)

 

Se ha documentado que algunas personas que dieron positivo para COVID-19, continuaron enfermas incluso después de 60 días. Muchas personas están enfermas durante semanas, mejoran, luego experimentan un brote rápido y repentino, y se enferman nuevamente. Un hombre en Seattle fue hospitalizado durante 62 días y aunque está lo suficientemente bien como para ser dado de alta, todavía tiene un largo camino de recuperación por delante. Sin mencionar, además, una factura médica de $ 1.1 millones.

Luego está el MIS-C. El síndrome inflamatorio multisistémico en niños,  una afección en la que diferentes partes del cuerpo pueden inflamarse, incluidos el corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro, la piel, los ojos y los órganos gastrointestinales. Los niños con MIS-C pueden tener fiebre y diversos síntomas como: dolor abdominal, vómitos, diarrea, dolor de cuello, erupción cutánea, ojos inyectados en sangre y cansancio severo. Si bien hay pocos casos, sí ha causado muertes en menores.

 Esta enfermedad no ha existido por años. Básicamente han pasado 6 meses. Nadie sabe aún los efectos en la salud a largo plazo o cómo puede presentarse años después para las personas que han estado expuestas. Literalmente, “no sabemos lo que no sabemos”.

 Para aquellos en nuestra sociedad que sugieren que las personas que son cautelosas son cobardes, para las personas que se niegan a tomar incluso las precauciones más simples para protegerse a sí mismos y a quienes los rodean, quiero preguntar sin hipérboles y con toda sinceridad: ¿Cómo te atreves?

¿Cómo te atreves a arriesgar la vida de los demás de manera tan insolente? ¿Cómo te atreves a decidir por otros? Decir que deberían aceptar la exposición y "superarlo", cuando literalmente nadie sabe quién será el caso afortunado de "síntomas leves" y quién puede enfermarse y morir. Porque si bien sabemos que algunas personas son más susceptibles a sufrir un caso más grave; también sabemos que jóvenes de entre 20 y 30 años, corredores de maratón y fanáticos del deporte han muerto e incluso niños y bebés han muerto.

 ¿Cómo te atreves a comportarte como si supieras más que los expertos médicos? Los mismos expertos reconocen que hay muchas cosas que aún no sabemos y, con lo que sí sabemos, son lo suficientemente inteligentes como para temer a la facilidad con que este virus se transmite y por eso recomiendan precauciones de referencia como:

Lavado frecuente de manos

Distanciamiento físico

Contacto o interacción social reducido

Mascarilla

Cubrir la tos y los estornudos 

Evitar tocarse la cara

Desinfección constante de superficies 

Mientras más cosas podamos hacer para mitigar nuestro riesgo de exposición, mejor estaremos todos. No se trata sólo de aplanar la curva y permitir a los proveedores de atención médica mantener niveles de servicio que no se vean abrumados de manera inmediata y catastrófica. También se trata de reducir el sufrimiento y las muertes innecesarias. Hay que darle tiempo a la comunidad científica para estudiar el virus, para que comprendan mejor su comportamiento e impacto en el ser humano a corto y a largo plazo.

Rechazo la idea de que es "sólo un virus" y todos lo vamos a contraer eventualmente.

¡Qué postura tan descuidada, perezosa y despiadada!


Atrévete a Descubrir

La manera en la que la sociedad humana ha evadido catástrofes a lo largo de la historia de epidemias de salud pública, ha resaltado la responsabilidad cívica de la ciencia. Hoy más que antes, el mundo necesita que científicos traduzcan su experiencia en comunicación efectiva sobre temas globales que causan preocupación. 

El comunicar ciencia consiste en capturar la atención y el interés del público para crear una conversación. Esta relación se funda en la empatía -  la habilidad de entender y compartir el contexto y los sentimientos de los demás.

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