Por Ana Tztzqui Chávez Bárcenas
María Bermúdez Cázares
Susana Martínez Martínez
Dr. Juan José Valdez Alarcón
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
¿Usar o no usar cubrebocas?
La Academia Nacional de Ciencias Ingeniería y Medicina (NAS) de los Estados Unidos, describe que el coronavirus SARS-CoV-2 puede propagarse por el aire y no solo por las gotas emitidas al toser o estornudar. Harvey Fineberg de la NAS, afirma que los estudios disponibles sugieren la aerolización del virus en la respiración normal, ya que el coronavirus puede flotar en gotas de aerosol de menos de 5 micras (1 micra = 1 milésimo de milimetro) de diámetro, durante un máximo de 3 horas y permanecer infeccioso. El virus logra estar suspendido durante aproximadamente media hora antes de descender y asentarse en superficies, en las cuales puede permanecer varias horas; plástico y acero 72 horas, cobre 4 horas y cartón hasta 24 horas. De ahí la sugerencia de que todos utilicen cubrebocas, ya que los individuos asintomáticos pueden esparcir el virus a través de su respiración (1).
En el inicio de las acciones para mitigar la pandemia de COVID19, se enfatizó que los cubrebocas o mascarillas solo deberían usarse por el personal médico y por los casos confirmados de coronavirus. A la fecha, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene esta posición en su pagína web (2). El director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de China, el Dr. George Cao, enfatiza que el gran error de Estados Unidos y Europa ha sido el de no utilizar cubrebocas o mascarillas (3,4). El porqué de estos cambios tiene bases estratégicas, económicas y por supuesto científicas. A estas últimas haremos referencia a continuación.
¿Qué tipos de cubrebocas y mascarillas existen?
Existen dos tipos de cubrebocas y mascarillas: los cubrebocas o mascarillas quirúrgicas que acostumbramos ver en el personal de quirófanos y hospitales, y las de alta eficacia y protección. La diferencia entre estas dos es su capacidad de filtrar partículas según su tamaño y el momento en el que se usan. En la Figura 1 se observan las características de los dos tipos de mascarillas.

Los cubrebocas o mascarillas quirúrgicas deben utilizarse principalmente por personas infectadas o por personas que pudieran estarlo, ya que disminuyen la proyección de las partículas de saliva donde viaja el virus. Pueden retener hasta el 70% de partículas de partículas menores de 5 micras. Generalmente son de uso único y se deben desechar. Las mascarillas de alta eficiencia reconocidas por sus códigos (FFP#), son consideradas como Equipos de Protección Individual (EPI), tienen mayor capacidad de filtración e incluso pueden contener filtros especiales para la entrada de aire. Estos filtros evitan el ingreso de partículas de saliva suspendidas en el ambiente. Pueden retener 78% (FFP1), 92% (FFP2, como las llamadas N95) o 98% (FFP3) de partículas. Deben ser utilizadas por el personal de salud. Las hay desechables y reusables (5,6).
¿Qué dicen los científicos al respecto?
Santarpia y colaboradores en la Universidad de Nebraska (7), demostraron que el SARS-CoV-2 se puede transmitir vía aérea o a través del contacto persona-a-persona en el ámbito hospitalario. Ellos demostraron en estudios con pacientes en las unidades de cuarentena, que en las habitaciones de pacientes de SARS-CoV-2, existe contaminación ambiental significativa, independientemente del nivel de sintomatología de la enfermedad (inicial-asintomática o avanzada), esto detectando tanto la presencia del genoma viral como la capacidad infectiva del virus en cultivos celulares en el laboratorio. En estas habitaciones que el aire acondicionado generaba remolinos por turbulencia en sitios específicos como debajo de la cama y en la repisa de la ventana, donde encontraron concentraciones altas del virus. También detectaron al virus en el aire de los pasillos contiguos a las habitaciones. Con estos resultados concluyen que en los hospitales con pacientes de SARS-CoV-2 es indispensable implementar medidas de prevención de contaminación por aire, incluyendo el uso adecuado de mascarillas N95 y de respiradores de aire purificado para el personal de salud.
En México, investigadores del Instituto de Salud Pública en Morelos, realizaron un meta-análisis de la literatura relacionada con el uso de cubrebocas y las enfermedades respiratorias (8). De 21 artículos que cumplieron con sus criterios de análisis, los autores concluyen que no tienen evidencia concluyente para recomendar o descartar el uso de cubrebocas, pero que hacen falta (como siempre ocurre en la ciencia) más investigaciones. Ante la duda, ¡mejor protegerse! Estos mismos autores citan tres trabajos donde se estima que si del 10 al 40% de la población usa cubrebocas quirúrgicos o mascarillas N95, esto podría reducir el número de contagios durante una pandemia.
Existen trabajos que soportan la importancia del uso cubrebocas o mascarillas en la población general y el ámbito hospitalario. Ma y colaboradores en el Colegio de Medicina Veterinaria de Qingdao en China (9) realizaron un experimento simulando la respiración con un sistema mecánico, el cual consistía en un nebulizador donde se colocó una suspensión del virus de la influenza aviar, en sustitución de SARS-CoV-2, una cámara de aire que contiene el virus nebulizado, y jeringas abiertas (sin punta) donde se colocaban los materiales de cubrebocas y mascarillas, seguidas de una esponja para atrapar al virus (Figura 2). El aire se movía manualmente dentro y fuera de la jeringa para simular la respiración. Los materiales probados fueron: 1) tela de poliéster, 2) tela de poliéster más cuatro capas de servilleta de cocina, 3) tela de cubrebocas quirúrgico y 4) tela de mascarilla N95 (FFP2). Los resultados mostraron que las mascarillas hechas en casa (tela de poliéster con o sin servilletas de papel) redujeron en 95% la captura del virus en las jeringas, las de tela quirúrgica o cubrebocas redujeron en 97%, mientras que la mascarilla N95 redujo 99.9% la captura del virus.

Leung y colaboradores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hong Kong, China, evaluaron la eficiencia de cubrebocas quirúrgico directamente en el aliento de pacientes con enfermedades respiratorias virales como influenza, rinovirus y coronavirus (10). Tomaron muestras directamente de la nariz, de la garganta para demostrar que el paciente estaba infectado. También tomaron muestras del aliento de pacientes infectados en presencia y en ausencia del cubrebocas, para luego medir el número de copias del coronavirus. Las copias del coronavirus se midieron tanto en microgotas (mayores a 5 micras de diámetro) o en aerosoles (menores a 5 micras de diámetro). En la Figura 3 se muestra como el uso de cubrebocas o mascarilla quirúrgica reduce de manera importante el número de copias del virus en el aire exhalado por los pacientes.

¿Funcionan los cubrebocas caseros?
En un estudio del grupo de Davies y colaboradores de la Agencia del Salud Pública de Inglaterra, probaron la eficiencia de cubrebocas caseros de diferentes materiales para bloquear el paso del virus de la influenza H1N1 (11). En dicho estudio demostraron que los cubrebocas quirúrgicos podían retener más del 97% de partículas de 1 micra conteniendo virus de la influenza, mientras que mascarillas caseras usando dos capas de diferentes tipos de telas (12), podían reducir en 97% (toallas de cocina), 71% (tela de playera) y 62% (tela de sábanas o fundas de almohadas) el paso de partículas de 1 micra. En términos prácticos: ¡los cubrebocas caseros si funcionan! Además son materiales lavables y reciclables, ¡contaminan menos!
Para tomar en cuenta:
1) Para evitar el desabasto de material para el personal médico es importante dejar los cubrebocas quirúrgicos y las mascarillas de alta eficacia exclusivamente para el uso de personal médico que está directamente expuesto al virus SARS-CoV-2. Si adquiriste este tipo de material, dónalo a los hospitales y centros médicos.
2) Si tienes necesidad de salir a trabajar, el uso de cubrebocas caseros de tela de toalla de cocina, de tela de playera o de tela de sábanas y fundas de almohadas dan suficiente protección, sobre todo si se aplican junto con los programas de Sana Distancia, lavado de manos, uso de gel con alcohol y sanitización de zapatos y ropa al ingresar a casa.
3) Si no tienes necesidad de salir…..¡quédate en casa!
¿Cómo hacer un cubrebocas casero?
A continuación les dejamos algunas ligas con instrucciones para hacer un cubrebocas casero:
Para hacer un cubrebocas
https://www.youtube.com/watch?v=2n3GIWdyqjo
Telas para cubrebocas
https://www.youtube.com/watch?v=RcytGGAJPB0
Cubrebocas plegado
https://www.youtube.com/watch?v=lXC5T3qMpnM
Cubrebocas con filtro
https://www.youtube.com/watch?v=zeK5HVeMnP0
Cubrebocas sencillos de algodón
https://www.youtube.com/watch?v=Ig_KhI5i6yw
Referencias
(5) https://www.marca.com/claro-mx/trending/2020/04/07/5e8cba04ca4741866e8b463d.html
(7) Santarpia JL, Rivera DN, Herrera V, et al. 2020. Transmission potential of SARS-CoV-2 in viral shedding observed at the University of Nebraska Medical Center. medRxiv doi: https://doi.org/10.1101/2020.03.23.20039446.
(8) Stern D, López-Olmedo N, Perez-Ferrer C, et al. 2020. Revisión rápida del uso de cubrebocas quirúrgico en ámbito comunitario e infecciones respiratorias agudas. Salud Pública Mex. https://doi.org/10.21149/11379
(9) Ma Q-X, Shan H, Zhang H-L, et al. 2020. Potential utilities of mask wearing and instant hand hygiene for fighting SARS-CoV-2. J. Med. Virol. https://doi.org/10.1002/jmv.25805
(10) Leung NHL, Chu DKW, Shiu EYC, et al. 2020. Respiratory virus shedding in exhaled breath and efficacy of face masks. Nature Medicine. https://doi.org/10.1038/s41591-020-0843-2
(11) Davies A, Thompson KA, Giri K, et al. 2013. Testing the efficacy of homemade masks: would they protect in an influenza pandemic? Disaster Med. Public Health Preparedness. 7: 413-418. doi: 10.1017/dmp.2013.43.
(12) https://threader.app/thread/1244209643343294465