La hipertensión es una enfermedad que afecta a gran parte de la población Mexicana. Este padecimiento, se ha correlacionado con una tasa más alta de mortalidad para pacientes con COVID-19.

Muchas personas hipertensas son tratadas con bloqueadores del sistema retina angiotensina.  Dado que se ha probado que la proteína ACE2 (enzima convertidora de angiotensina II) es el receptor que facilita la entrada a la célula, surgió la idea de que los medicamentos para tratar la hipertensión podrían aumentar el riesgo de desarrollar un cuadro grave al contraer COVID-19.

Sin embargo, no existen evidencias claras que vinculen el uso de estos medicamentos con episodios severos de COVID-19, las principales sociedades de enfermedades cardiovasculares y cardiacas en el mundo, incluyendo la Sociedad Mexicana de Cardiología, han emitido comunicados para exhortar a los pacientes hipertensos a duplicar los cuidados que requiere la enfermedad y principalmente a no abandonar sus tratamientos. Ya que el COVID-19 es una enfermedad relativamente nueva, aun no se cuenta con estudios lo suficientemente grandes para conocer los riesgos de las interacciones de estos medicamentos con el virus. Por lo pronto, en el panorama costo-beneficio los expertos recomiendan a los pacientes no entrar en pánico y continuar con sus medicamentos.