En aras de facilitar el acceso universal a las vacunas del COVID-19, el gobierno de México ha realizado convenios con tres empresas internacionales para realizar ensayos clínicos de la fase 3. Se trata de una vacuna que se está haciendo en EUA y otras dos de China. Estos ensayos consisten en aplicar la vacuna a un grupo extenso de pacientes para comprobar que los efectos secundarios sean mínimos y que la efectividad para prevenir al COVID-19 sea el esperado.
Las vacunas de las empresas Janssen Pharmaceuticals (EUA) y Cansino Biologics (China) consisten en vectores virales atenuados, es decir, virus que poseen poca o nula capacidad de infectar, mientras que la vacuna de Walvax Biotechnology (China) consiste en ARNm (ARN mensajero), que es un precursor de las proteínas del virus que nuestro cuerpo puede reconocer y registrar como agente patógeno para combatirlo en caso de una infección. Los ensayos clínicos se realizarán bajo la supervisión de la Secretaría de Salud (SSA) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
El secretario de relaciones exteriores, Marcelo Ebrad ha insistido en que esta colaboración servirá para que las vacunas sean accesibles a toda la población mexicana, además informaron que se cuenta con una reserva de hasta 100 mil millones de pesos (~4.5 mil millones de dólares) para poder adquirir la cantidad de dosis que sean necesarias y otorgarlas a las personas a precios accesibles.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha asegurado que su gobierno fue el primero en solicitar al G20 que las vacunas fueran de acceso universal.