Un estudio reciente revela la magnitud y el impacto de la disminución en las emisiones globales de CO2 que se presentó como efecto asociado a las medidas implantadas en todo el mundo en meses recientes. Científicos de la Universidad de East Anglia en Reino Unido en colaboración con colegas de seis países más, informaron que las estrategias para limitar los contagios del COVID-19 han traído como consecuencia una disminución neta del 17% en las emisiones de CO2 globales comparando contra las emisiones observadas en el mismo periodo del 2019.
Los investigadores concentraron su análisis en las emisiones provenientes de diferentes actividades económicas. Siendo la generación de energía y la industria las actividades que más contribuyeron, sumando un 86% del total de la disminución de emisiones. De igual manera, los transportes aéreo y terrestre sufrieron disminuciones significativas en el total de sus emisiones reflejando los cambios en la actividad humana impuestos por el confinamiento.
Aunque estas cifras demuestran el impacto que los cambios en la actividad cotidiana pueden tener en el total de emisiones de CO2 que liberamos a la atmósfera, el artículo publicado en “Nature Climate Change” nos hace ver lo limitado que este efecto será a largo plazo.
Hay que considerar que, aunque una disminución del 17% es significativa y esperanzadora, ya que los cambios impuestos son temporales, se calcula que la disminución anual será de aproximadamente el 7% si algunas medidas continúan implementándose, pero podría reducirse incluso al 4% si las medidas son revocadas a mediados de año. Esta disminución es insignificante si consideramos que, para cumplir con el acuerdo de Paris, las emisiones mundiales tendrían que reducirse en un 100% y llegar a “cero emisiones” para mediados del siglo.
Estos datos demuestran lo difícil que resulta cumplir con las metas planteadas en la disminución de emisiones si basamos nuestras estrategias en respuestas a nivel social y la necesidad apremiante de implementar cambios estructurales en la economía, el transporte y los sistemas de generación de energía.