Investigaciones recientes publicadas en Nature Climate Change sobre la producción mundial de carbono,  han demostrado que las emisiones de dióxido de carbono han disminuido drásticamente desde que se impusieron bloqueos de movimiento en todo el mundo debido a la crisis del coronavirus.  

Las emisiones diarias de gases de efecto invernadero cayeron un 17% a principios de abril, si se comparan con los datos del mismo mes en 2019. Los datos muestran que el mundo ha experimentado la mayor caída en la producción de carbono desde que comenzaron los registros, con grandes sectores de la economía global casi paralizados. Cuando el bloqueo fue más estricto, en algunos países las emisiones llegaron a disminuir en un cuarto (26%) en promedio. Eso representaría la mayor caída anual de emisiones desde la segunda guerra mundial y una ruptura en la tendencia de aumento de un 1% anual.

Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, las emisiones deben caer a cero a mediados de siglo y evitar que el calentamiento global alcance niveles catastróficos. Esta caída de las emisiones relacionada con el COVID-19 muestra que estamos muy lejos de reducir nuestro impacto a nivel global. La pandemia ha demostrado que el cambio de comportamiento de las personas, por ejemplo, no volar, trabajar desde casa o conducir menos, sólo pueden ser parte del cambio necesario de la sociedad de consumo, ya que pese a las restricciones se siguieron produciendo la mayor parte de las emisiones.  Tenemos que hacer grandes cambios en la forma en que los seres humanos producimos y consumimos la energía.