Un estudio cuestiona la idea generalizada de que los niños son menos susceptibles a infecciones por SARS-CoV-2, dado que se encontró que los menores de 5 años llevan cantidades mayores del virus en la nariz y garganta, comparado con niños mayores y adultos.

Para determinar la carga viral en los pacientes, los doctores toman un raspado nasofaríngeo y lo analizan utilizando un método llamado reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que es un proceso cíclico de generación de copias del ARN viral. Durante cada ciclo del PCR, la cantidad inicialmente mínima de virus se va duplicando, llevando a un incremento exponencial. Si hay más cantidad genética en el hisopo al inicio, se requieren menos ciclos para llegar a lo que se llama ciclo umbral de detección (CT, por sus siglas en ingles). De esta manera, el estudio partió de la observación de que las muestras colectadas de niños tenían un CT menor, lo cual significa que tienen una mayor carga viral. Una vez que se hizo el análisis sistemático, los resultados confirmaron estas observaciones.

Estos resultados fueron publicados en la revista JAMA Pediatrics, e incluyeron a 145 personas a quienes se les realizó la prueba para detectar el ARN del virus. Posteriormente, se dividió a los participantes en 3 grupos por categorías de edad: niños menores de 5 años, niños de 5 a 17, y adultos. Los resultados mostraron que el grupo más joven lleva de 10 a 100 veces más virus que los otros dos grupos. Estos resultados no son concluyentes para asegurar que los niños menores son más propensos de transmitir el virus, sin embargo, es información relevante en el tiempo en que se planea el regreso a clases en algunos países. Una consideración importante que es evidenciada por este trabajo, es el hecho de que, aunque los niños comúnmente no se enferman, sí pueden llevar el virus y contagiar a otras personas.