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Lo que no nos dicen sobre la Inmunidad "natural"de rebaño

Salud

El COVID-19 se diseminó rápidamente a nivel global entre otras razones, porque nadie contaba con inmunidad previa

1/5/20

El COVID-19 se diseminó rápidamente a nivel global entre otras razones, porque nadie contaba con inmunidad previa.  Algunos políticos, epidemiólogos y comentaristas sugieren manejar la epidemia permitiendo la adquisición de lo que se conoce como “inmunidad de rebaño”.

Este concepto se utiliza en el contexto de las vacunas, y se refiere al fenómeno que se observa cuando suficiente gente ha sido vacunada ocasionando que un patógeno no puede diseminarse tan fácilmente, ya que, al estar en contacto exclusivamente con personas inmunizadas, el contagio se detiene.

Existen varias razones para pensar que esta estrategia no sería efectiva para frenar la pandemia del COVID-19. En primer lugar, para que la inmunidad de rebaño funcione, la inmunización debe tener una cobertura determinada que se define por las características del patógeno. Por ser una enfermedad nunca vista, no sabemos aún cual sería la cobertura necesaria para frenar la transmisión del patógeno. Del mismo modo, ignoramos a qué grado son inmunes los pacientes recuperados y si la inmunidad que provee la infección es duradera.

En cuanto a vidas se refiere, el costo de buscar detener o disminuir la velocidad de los contagios con COVID-19 mediante esta estrategia sería extremadamente alto. Ya que, para alcanzar la inmunidad de rebaño se requiere que un número elevado de personas contraiga la enfermedad y que, de acuerdo con estimados recientes, entre el 0.5 y el 1% de los están en riesgo de morir, estamos hablando de un número sumamente elevado de muertes.

Debe quedar claro que, aunque se alcanzara el número de personas contagiadas necesario para observar inmunidad de rebaño, el virus no se detendrá mágicamente. Ya que los niveles de contagio son tan altos, se podría esperar una moderada reducción en la velocidad de contagio, por ejemplo, si una persona infecta a 0.9 individuos en una población de 100,000, 90 000 seguirán siendo infectados, y la velocidad de freno sería demasiado lenta. Así, a pesar de la inmunidad de rebaño, la epidemia continuaría por muchos meses más causando muertes y disrupción.

Aunque algunos países están intentando lograr esta disminución en la velocidad de contagios a través de la inmunidad de rebaño de manera “segura”, es extremadamente optimista pensar que podríamos lograr contagiar de manera controlada a la población, siendo que nos enfrentamos a un virus que logró salirse de control en pocas semanas.

En vista de lo anterior, recordemos que el distanciamiento social nos ha permitido disminuir la presión en los centros de salud y comprar tiempo para que los científicos logren encontrar vacunas y tratamientos efectivos, construyendo además capacidades para realizar pruebas y estrategias para trazar los contagios. Algunos países han tenido un éxito relativo basados en esta estrategia, aprendamos de su éxito, ya que no habrá nada seguro ni libre de sufrimiento en la estrategia de buscar inmunidad de rebaño sin  contar con una vacuna.


Fuente

5/1/2020

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