Las vacunas compuestas de virus atenuados podrían estar proporcionando protección parcial contra los casos serios de COVID-19, que se caracterizan por respuestas inflamatorias exacerbadas. Una de estas vacunas es la triple viral SRP (sarampión, rubéola y paperas). Una investigación publicada en mBIO (mBio Jun 2020, 11 (3) e00907-20; DOI: 10.1128/mBio.00907-20), sugiere que estas vacunas podrían estar estimulando al sistema inmune, de manera que prepara a los glóbulos blancos para reaccionar más eficientemente cuando se encuentran con otras infecciones.
La protección no es especifica contra el virus SARS-CoV-2, sino que actúa por un mecanismo más general para mitigar las respuestas inflamatorias descontroladas. Los autores mencionan que mientras que los adultos hemos recibido esa vacuna en la infancia, su efecto protector puede haber desaparecido con el paso del tiempo. Entonces, sugieren que la aplicación de estas vacunas para prevenir los casos severos de COVID-19 es una media de bajo riesgo y alto beneficio en estas etapas críticas de la pandemia, en especial para personas en los grupos más vulnerables. En caso de no ser efectivo el tratamiento, el único efecto será que las personas estarán mejor inmunizadas contra sarampión, rubéola y paperas.
Actualmente, se están desarrollando ensayos clínicos y pruebas con modelos animales para probar la hipótesis de que esta vacuna aplicada en adultos puede inducir a un tipo de células preparadas para inhibir los efectos más adversos de la infección.