
A medida que la pandemia sigue avanzando, la comunidad médica y científica trata de comprender cuáles son las consecuencias de infectarse con el virus SARS-CoV-2. Aunque el efecto más inmediato es que algunas personas desarrollan síntomas de una enfermedad respiratoria que conocemos como COVID-19, diversos estudios apuntan a que la infección podría tener efectos a largo plazo.
En varios casos, personas que se han recuperado de la infección han sido diagnosticadas con diabetes tipo-1 al poco tiempo al presentar síntomas como cansancio extremo. La diabetes es de por si un factor que puede causar que los casos de COVID-19 se tornen graves, pero un grupo creciente de investigadores cree que la infección viral también puede ser detonante de la diabetes en algunas personas.
La evidencia aún es poca pero debido a que muchos órganos encargados de regular el azúcar en la sangre son ricos en la proteína ACE2 - la vía de acceso del virus a las células, - no es posible descartar una posible relación entre el COVID-19 y la diabetes. Experimentos en pancreas en miniatura crecidos en laboratorios demuestran que el virus daña el grupo de células que controla los niveles de insulina en el cuerpo.
Las secuelas que deja SARS-CoV-2 en el cuerpo aún no se conocen del todo, por lo que es importante llevar a cabo esfuerzos grandes para monitorear el estado de salud de las personas que se recuperan del COVID-19. Debido a que aún quedan muchas incógnitas en esta pandemia, debemos seguir teniendo mucho cuidado y evitar que sigan creciendo los contagios.
Fuente
6/24/2020