Veterinarios y fuerzas de seguridad francesas están llevando a cabo pruebas para determinar si “el mejor amigo del hombre”, el perro, es capaz de detectar algún tipo de olor producido por pacientes con el virus SARS-CoV-2. Los resultados preliminares indican que los caninos, tras un determinado entrenamiento, podrían ser capaces de detectar personas enfermas.
Los perros son habitualmente utilizados para detectar sustancias ilegales, alimentos y personas desaparecidas durante catástrofes. En los últimos años, la capacidad olfativa de estos animales se ha utilizado también para detectar enfermedades como el cáncer de mama o próstata, entre otros. Queda todavía por demostrar si la molécula del coronavirus emite un olor particular. La idea es aportar una solución complementaria a la detección por medio de otras pruebas y ya se está implementando en Inglaterra e investigando por la Universidad de Pensilvania.