Uno de los grandes enigmas desde el comienzo de la pandemia del Covid-19 es de dónde viene el virus. La teoría con mayor peso, recientemente complementada con nuevo estudio de los coronavirus en China, es que se originó en murciélagos.  
El problema radica en explicar cómo saltó este virus a las personas. Este enigma, ha facilitado la constante presencia de teorías sin fundamento, -promovidas incluso por políticos como el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump-, que alardean que el virus se escapó de un laboratorio chino.

También evidencían que es casi imposible descartar por completo al Instituto de Virología de Wuhan (IVW) como la fuente del virus. El IVW es conocido por su trabajo en los coronavirus de murciélago. Sin embargo, que el WIV se encuentre en la ciudad donde surgió el brote, probablemente sea solo una coincidencia.
Los investigadores plantean que la explicación más probable es que los murciélagos transmitieran el virus a un hospedador intermedio y de ahí pasó a las personas.

En el último estudio, los investigadores chinos analizaron secuencias parciales de unos 1240 coronavirus encontrados en murciélagos en China. Como resultado, tuvieron que el SARS-CoV-2 está más estrechamente relacionado con un grupo de virus encontrados en murciélagos de herradura (Rhinolophus). Esto se suma a informes anteriores que llegaron la misma relación con virus originarios en murciélagos de herradura. Ninguno de los virus identificados puede calificarse de ancestro directo del SARS-CoV-2.
En pandemias previas causadas por coronavirus, la evidencia sugiere a las civetas como el animal intermediario del síndrome respiratorio agudo severo (SARS) entre los murciélagos y el hombre y, a los camellos como intermediarios en el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS). Sim embargo, en el caso de estas dos enfermedades se encontraron virus casi idénticos a los causantes de la enfermedad. Para identificar el ancestro del SARS-CoV-2 “se requeriría una amplia muestra de coronavirus en la vida silvestre y el ganado en China”, dice Rob Grenfell, director de la unidad de Salud y Bioseguridad de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth en Melbourne, Australia. En el caso del SARS tomó casi 15 años y un extenso muestreo de animales para encontrar un virus estrechamente relacionado en el murciélago.
Sobre las especulaciones relacionadas al origen “artificial” del virus, no hay evidencia que respalde la sugerencia de que el virus escapó del instituto IVW. Determinar si el laboratorio tuvo algo que ver con el virus requerirá una investigación forense, dicen varios científicos. Algunos científicos fuera de China han estudiado el genoma del virus en detalle y concluyen que surgió de forma natural y no en un laboratorio.
A pesar de que científicos advirtieron al mundo que en algún momento surgiría una nueva enfermedad respiratoria infecciosa, desafortunadamente, no nos preparamos para lo que se avecinaba.  “Esperemos que los gobiernos aprendan y estén mejor preparados para la próxima pandemia”, dice Shi Zheng-Li, virólogo del WIV.