Wuhan, la población China donde se sospecha que comenzó la pandemia causada por el nuevo coronavirus, está a punto de completar las pruebas de toda su población: casi 11 millones de personas. China está invirtiendo recursos masivos para evitar que haya un resurgimiento de la infección. Todos los residentes identificados han sido contactados para ser evaluados. "La clave es una combinación de capacidad tecnológica y voluntad política" según Raina MacIntyre, profesora de bioseguridad global.