Para conocer la magnitud de la pandemia de COVID-19, la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, varios países han llevado a cabo distintos estudios de seroprevalencia entre su población. El objetivo de estos estudios es encontrar en las personas anticuerpos específicos a este virus respiratorio, lo cual indicaría que la persona ha resultado infectada, y que probablemente ya es inmune a la enfermedad. Estos estudios son particularmente importantes debido a que existe un gran número de personas asintomáticas, y con este tipo de investigación nos es posible determinar que porcentaje de la población aún esta en riesgo.
Una vez que un porcentaje alto de la población (mas del 60%) es inmune a una enfermedad, ya sea por haberse infectado o por haber recibido una vacuna, se alcanza un fenómeno conocido como 'inmunidad de rebaño'. Este tipo de inmunidad hace que las personas que ya se han infectado actúen como una barrera protectora (no pueden ser portadores del virus) para quienes aún son susceptibles al virus.
Un estudio de esta naturaleza llevado a cabo en España y liderado por Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiologia de esta nación y publicado en la gaceta médica The Lancet, encontró que, solamente el ~5% de las más de 61,000 personas estudiadas presenta anticuerpos específicos para el SARS-CoV-2. Esta investigación es la más grande hasta la fecha, y se suma a docenas de estudios similares en diversos países para proporcionar evidencias de que aún nos encontramos lejos de alcanzar la llamada 'inmunidad de rebaño".
El descubrimiento clave de estos esfuerzos de muestreo, muestra que la gran mayoría de la población aún no ha sido expuesto al peligroso patógeno, y por lo tanto aun es susceptible a contraer la enfermedad.
Países como Suecia han optado por mantener una actitud más bien relajada ante esta pandemia intentando alcanzar que más del 60% de las personas se infecten y generen una inmunidad natural al virus, sin embargo la evidencia demuestra que este enfoque no solo es peligroso, sino que también es poco ético. Para alcanzar la 'inmunidad de rebaño' se tendría que exponer a un gran número de personas al virus, muchas de las cuáles morirían o necesitarían atención médica, saturando el sistema de salud de cada país.
España es uno de los países europeos más fuertemente golpeados por la epidemia, y este estudio puede servir de advertencia ya que "con un gran porcentaje de la población siendo susceptible a la infección, el virus circulante podría retornar rápidamente a las dimensiones del inicio de la pandemia en una segunda oleada a medida que se levantan las medidas preventivas".